Biblioteca Escéptica

La pretendida verdad verdadera (Friedrich Nietzsche)

Posted by Biblioteca Escéptica en febrero 9, 2008

Una breve biografía del autor

El poeta aparenta conocer a fondo las diferentes profesiones, como por ejemplo la de general, de tejedor, de marinero y todas las cosas referentes a ellas. Se conduce como si supiera. Explicando los destinos y los actos humanos, parece como si hubiese estado presente cuando fue tejida la trama del mundo: en este sentido es un impostor. Consuma sus trampas delante de los ignorantes y este es el motivo por el que le salen bien: éstos le elogian su saber real y profundo, y le inducen por fin a creer que conoce verdaderamente las cosas tan bien como los especialistas, que las conocen y las ejecutan, y hasta tan bien como la gran Araña del mundo. El impostor acaba, pues, por ser de buena fe y por creer en su veracidad. Los hombres sensibles llegan hasta a confesarle en pleno rostro que posee la verdad y la veracidad superiores, pues sucede casi siempre que éstos se encuentran momentáneamente fatigados de la realidad y toman el sueño poético por un descanso bien hecho, una noche de reposo, saludable al cerebro y al corazón.  

Lo que el poeta ve en sueños le parece después un valor superior, porque, como ya he dicho, experimenta en ello un sentimiento bienhechor, y siempre los hombres han creído que lo que parecía ser más precioso era también lo más verdadero y real. Los poetas que tienen conciencia de este poder, propio de ellos, se ocupan en calumniar intencionadamente lo que llamamos realidad y en darle el carácter de la incertidumbre, de la apariencia, de la inautenticidad, de lo que se extravía en el pecado, el dolor y la ilusión; utilizan todas las dudas en favor de los límites del conocimiento, todos los excesos del escepticismo, para ensombrecer las cosas con el velo de la incertidumbre, a fin de que, después de haber logrado este obscurecimiento, se interpreten sin vacilar sus juegos mágicos y sus evocaciones como la vía de la «verdad verdadera», de la «realidad real».

Deja un comentario