Una breve biografía de Saramago
Caín es un irónico y mordaz recorrido en el que el lector asiste a una guerra secular, y en cierto modo, involuntaria, entre el creador y su criatura. En él, Saramago redime a su protagonista del asesinato de Abel y señala a Dios «como el autor intelectual al despreciar el sacrificio que Caín le había ofrecido». «Dios aceptó el sacrificio de Abel y rechazó, con la crueldad que sólo Dios puede tener, el sacrificio de Caín. ¨Qué diablo de Dios es éste que para enaltecer a Abel desprecia a Caín?»
Libro polemico, ha recibido numerosas críticas desde ambitos religiosos. «El mayor problema, la mayor acusación que se me hizo, fue que hice una lectura literal de la Biblia, en lugar de una lectura simbólica». «Su literalidad es lo que es: un horror». «Si la lectura es simbólica, cada uno es libre de interpretar, sí, pero no tanto, no de cambiar lo que está por otra cosa»
El Dios de los cristianos no es ese Jehová. Es más, los católicos no leen el Antiguo Testamento. Si los judíos reaccionan no me sorprenderé. Ya estoy habituado. Pero me resulta difícil comprender cómo el pueblo judío ha hecho del Antiguo Testamento su libro sagrado. Eso es un chorro de absurdos que un hombre solo sería incapaz de inventar. Fueron necesarias generaciones y generaciones para producir ese engendro». «Cuando digo que Dios no es de fiar, parece que estoy diciendo algo que no se puede decir, pero yo lo demuestro», lo que argumentó con la quema de Sodoma. «Está ahí, está en la Biblia»