Sobre las dificultades que existen a la hora de poder ser simultáneamente multiculturalista y feminista
Uno de los errores que envuelven a la corriente del multiculturalismo reside en el uso de la falacias ad misercordiam y ex populo. Y aunque la primera apela a los sentimientos con el fin de crear un clima emocional a favor de una causa, y aunque la falacia ex populo maneja el criterio cuantitativo de la mayoría como núcleo argumental, no obstante y pese a sus diferencias estas falacias tienen algo en común: las personas que incurren en ellas, convencidas de que tienen la razón de su parte, no entran a valorar otros aspectos y, por tanto, en su intención no está profundizar. Y puesto que, además, se empeñan en utilizar un criterio dogmático de verdad basado, bien, en el afecto (falacia ad misercordiam), bien, en la fuerza del número (falacia ex populo) se conducen por estereotipos más o menos manidos y apenas dejan sitio para la argumentación y el razonamiento. Así, entre las muchas limitaciones ideológicas que enturbian la corriente del multiculturalismo, aquí observaremos las dificultades que existen a la hora de poder ser simultáneamente multiculturalista y feminista.